La dieta del deportista, como en cualquier otra situación, tiene que ser equilibrada. En cambio, la energía será especialmente importante para aquellas personas que estén en competición. Una dieta deberá de ir siempre acorde de las necesidades de cada persona, según el momento, duración, condiciones y actividad física.
En este caso, se deberá cubrir un buen aporte de hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales y proteínas. Otro aspecto que se tomará en cuenta será la hidratación, ya que es clave para el organismo. De ser así, el rendimiento, resistencia y velocidad no se verán afectados a la hora de practicar un deporte.
Por otro lado, la dieta se verá variada según el momento físico en el que nos encontremos:
- Dieta de comienzo: Se comenzará con una dieta base, mixta y variada. En él, se sobresaldrán los nutrientes como lípidos, carbohidratos y proteínas. Por otra parte, los alimentos frescos y naturales también tendrán una gran importancia en esta etapa: lácteos, frutas, verduras…
- Dieta corregida: El deportista tendrá que ingerir un mayor contenido de proteínas. Esto afectará directamente a la fuerza.
- Dieta pre: La dieta pre-competición estará dirigida a aumentar el almacén de energía. Además ayudará a prevenir las situaciones carenciales que el deportista pueda llegar a tener.
- Dieta durante: Una vez en competición, los nutrientes variarán según las necesidades y gasto de ellas. Se hará una selección de los alimentos mejor tolerados por el deportista y se le dará importancia a los líquidos.
- Dieta de recuperación: Restablecimiento y restitución de las sustancias perdidas antes y durante de la competición deportiva.
Por último, queda resaltar que cada deportista tiene su propia necesidad energética, lo cual esta dieta será 100% personalizada y cada una de ellas tendrá unas diferentes pautas de alimentación y aportaciones calóricas.