Por fin llegó el buen tiempo con sus largos y cálidos días de sol. Con la mirada puesta ya en las vacaciones, el calor veraniego nos lleva a relajarnos y solemos descuidar un poco nuestros hábitos. Pero los días de playa y las comidas al aire libre no tienen por qué echar al traste el trabajo de todo el año: es posible seguir nuestro plan alimentario sin dejar de disfrutar también en verano.
Los días de sol y playa invitan a cometer excesos que terminan pasándonos factura en septiembre. Cambian los horarios, pero el único secreto para evitar las malas tentaciones es adaptar las nuevas rutinas a un estilo de vida saludable. ¿Qué debemos tener en cuenta cuando suben las temperaturas?
Una alimentación saludable también los días de calor
Aunque no apetece cocinar y buscamos soluciones rápidas, no hay que caer en la tentación de la comida preparada ni en los ultraprocesados. En la Consulta Lur Garmendia, como expertos en nutrición, sabemos lo importante que es mantener una alimentación equilibrada durante todo el año, y la dieta mediterránea será nuestra mejor aliada también en verano.
La naturaleza es sabia y ahora nos colma de una gran variedad de frutas y verduras que nos ayudarán a comer bien con platos frescos, como las ensaladas y sopas frías. Combinando hortalizas con cereales, legumbres y proteínas magras es fácil preparar menús ligeros, también perfectos para llevar en túper a la playa.
Por ejemplo, con una ensalada de garbanzos, arroz, pepino y tomate; pisto con atún y huevo cocido o un bocadillo de pan integral con pechuga de pollo, hortalizas asadas y hojas verdes, ideal para llevar de excursión.
La importancia de una buena hidratación diaria
Tomando una buena variedad de vegetales también estaremos cuidando la hidratación, fundamental en verano. Cuando más aprietan las temperaturas es recomendable beber al menos 2 litros al día, priorizando el agua fresca y limitando el consumo de refrescos.
Elige mejor bebidas sin azúcar y evita los cócteles con alcohol; los granizados son una mejor alternativa para consumir de forma ocasional, más ligeros que los helados. Si trituras fruta fresca rica en agua como la sandía o melón puedes hacer tus propios granizados y helados caseros.
Cuidado con la seguridad alimentaria en verano
Con el calor hay que extremar las precauciones para evitar intoxicaciones alimentarias, ya que las altas temperaturas favorecen el desarrollo de patógenos y bacterias. Sigue estos consejos para que tus comidas sean seguras:
- Conserva siempre la cadena de frío, utilizando una nevera portátil para las comidas fuera de casa, y nunca dejes los platos cocinados a temperatura ambiente.
- Cocina correctamente todos los alimentos, evitando las carnes poco hechas y las preparaciones con huevo crudo, como la mayonesa, o las tortillas poco cuajadas.
- Separa los alimentos crudos de los cocinados para evitar la contaminación cruzada, y lava muy bien todas las frutas y verduras antes de consumirlas o cocinar con ellas.
- Si va a consumir pescado crudo o poco cocinado, congélalo durante al menos 3 días para evitar el anisakis, y recuerda descongelarlo en la parte menos fría de la nevera.
- Evita que los alimentos entren en contacto con animales o insectos, sobre todo en las comidas al aire libre, picnics o barbacoas.
- En bares y restaurantes, asegúrate de que el local mantiene una buena higiene y que conserva los platos en vitrinas refrigeradas; no consumas alimentos perecederos expuestos a temperatura ambiente.
¿Todavía tienes dudas? No te agobies y confía en el asesoramiento profesional que te ofrecemos en la Consulta de Nutrición Lur Garmendia. Nuestro equipo de expertos te ayudará de forma personalizada a cumplir tus objetivos sin renunciar al placer de disfrutar del buen tiempo este verano.